Uso de cubrebocas
La cultura del uso de las máscaras
Una medida clave para hacerlo es el uso del cubrebocas, la cual ha sido respaldada por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, su uso todavía sigue siendo limitado. En muchos lugares, a través del tiempo, las máscaras han sido estigmatizadas como algo que “solo usan los enfermos”. Además, en América Latina, a menudo la máscara se asocia más con manifestantes y grupos violentos y encima la cultura considera el contacto físico una parte fundamental de la convivencia. El hecho de no usar máscaras en algunos países también se ha convertido en una señal de desafío contra los gobiernos y en un signo de “machismo.”
Los gobiernos y las empresas van a tener que depender, al menos en parte, de las técnicas de la economía del comportamiento para animar a las personas a que sigan utilizando cubrebocas y participando en el distanciamiento social a través de mensajes sencillos y constantes, como lo recomendamos en nuestra guía que ofrece medidas prácticas para combatir el coronavirus. Esto puede incluir, entre otras cosas, carteles estratégicamente ubicados y comunicaciones digitales que apelen a las normas sociales, adviertan sobre los riesgos de no usar la cubrebocas, y den a la gente la esperanza de que con una acción mancomunada se podrá finalmente vencer a la pandemia.